Nací en Zaragoza, la tierra de mi Pilarica.

Siempre me ha gustado pintar. Es algo que llevo haciendo desde que recuerdo.

A mi alrededor mis amigas empezaban a tener hijos y quería regalarles algo único y especial, y empecé a pintar Virgencitas para llenar las habitaciones de todos esos niños. Era una manera de empezar a acercarlos a Ella de una forma entrañable y cercana.

Me di cuenta de que era algo que me llenaba y vi la posibilidad de que mi pasión se convirtiera en mi forma de vida.

Poco a poco fui ampliando la oferta de productos para poder atenderos a todos, buscarais lo que buscarais, siempre con un eje central que ha sido lo que más me ha definido como empresa, y que es algo que forma parte indispensable de mi vida: Dios.

Este proyecto me hace muy feliz y estoy muy agradecida. Gracias a vosotros, y por supuesto a mi familia y amigos, he podido sacarlo adelante. Gracias a vosotros ya son muchos años los que llevo trabajando en mi pasión.

Gracias de corazón